Hablar en tono monótono es más que un problema. Es aburrido. No hay otra manera de decirlo. El problema con una entrega monótona es que pone a su audiencia a dormir y lo hace muy rápidamente. Si los actores hablaran en tono monótono, la televisión y las películas no serían una de nuestras mejores formas de entretenimiento. El otro problema…